Las mejores anécdotas de viajeros

Anecdota

Las anécdotas de viajeros son de las más increíbles ya que hay una serie de circunstancias que propician que estas sean mágicas, como es el cambio de cultura, de idioma y de forma de ver la vida.
Nosotros tenemos varias pero una de ellas nos pasó hace poco cuando visitamos Gibraltar. ¿Veis el monito tan gracioso de la foto? pues él tiene que ver con nuestra anécdota…

El caso es que subimos arriba del peñón de Gibraltar para ver los monos y a mi hermana se le ocurrió decirle a Manuel lo siguiente: «Ay qué gracioso el monito tan chico…¡Cógelo y nos lo llevamos a casa!». ¿Qué hizo Manuel? Acercarse para intentar cogerlo. ¿Qué hizo el mono? Dar un salto e irse con Mamá mono.
La Mamá mono se vino para nosotros junto con más monos que iban saliendo y nos empezaron a sacar dientes y a perseguirnos… Nos vimos casi en una pelea callejera… ¡Vaya plan el nuestro!

Después de preguntar, y recibir muchas de estas, hemos seleccionado las que nos parecen mejores. Aunque no dudamos que muchas de ellas se nos hayan quedado en el tintero. Han sido muchas y muy buenas, lo que hace que sea difícil elegir sin que se nos escape alguna. ¡Vamos a reírnos un rato!

Anécdotas de viajeros

Vir Ginia

Camino a mi tierra, en el avión Ibiza-Málaga, el chico hippie que viajaba al lado mía en el avión se quedó dormido y se orinó encima.

Ita

Estando en Ámsterdam , me fui a cenar a un restaurante Argentino. Como hacía calor, decidí abanicarme con un sobre donde llevaba los billetes del avión. Al ir a pagar dejé el sobre encima de la silla que tenía al lado. Terminamos, pagamos y nos fuimos. A las dos horas, estando ya en la cama, me acordé de los billetes. Miré en el bolso y no estaban. Me fui corriendo al restaurante y menos mal que el camarero los encontró y los guardaron. ¡Todo quedó en un susto!

Abraham

Me quedé sin dinero en Oujda y me regalaron un paquete de tabaco y me invitaron a cenar cordero. Eso sólo pasa allí en Marruecos, ¡es que tiene una magia especial!

Susana

Estuve 3 días en Marrakech. No vi nunca al Rey en España, ¡y lo vi allí!. Además, con un despliegue impresionante de alfombras y coches oficiales. ¡Fue una experiencia muy curiosa!

R Mary

Pedí comida sin saber el idioma, guiándome solo por como sonaba. Hubo un plato en particular que me llamó mucho la atención porque sonaba a que estaba muy rico. Nunca más lejos de la realidad, cuando llegó era incomestible.

Andrea

Me perdí junto a dos amigas en un descampado en plena tormenta y granizando por casi 4 horas. Entramos en una cabaña que parecía abandonada. Llegué a pensar que moriríamos allí de hipotermia o asesinadas por alguien.

Sergio

Hice autostop con un amigo y paró un camioneta. Como la cabina del camión era simple y ya llevaba 2 ayudantes solo cabía uno más de nosotros. Mi amigo viajó en la cabina, y a mí me tocó viajar atrás con la mercancía que resultó ser ataúdes. El camionero amablemente me indicó que podía viajar y dormir dentro de los ataúdes.

Maite

Estando en Lisboa, cerca del río Tajo, me intenté hacer la mejor foto del viaje andando por la orilla del río sin tener la menor idea. Cuando pisé, todo era verdín y comencé a patinar hacia el río. Menos mal que mi acompañante me agarró. Se puede decir que salí verde y asustada.

Ximena

Cuando estuve en EEUU, el día que tenía que ir al aeropuerto, el taxista me vino a buscar al hotel. Este taxista hablaba a medio camino entre el español y el americano, y me dijo algo así como «¿Carolina?» y yo le dije, «No, soy Ximena», luego me di cuenta que lo que me quería decir es «¿Qué aerolínea?».

Yuyito

Fui al Arco del Triunfo y vi que en una de las patas del arco había un guardia y en la otra un ascensor. Tomé el ascensor y cuando llegué arriba había una sala de eventos donde se commemoraba la guerra, con militares retirados cargados de insignias, un evento cubierto por la prensa. Me serví algo de beber y cogí algo similar a huevitos de codorniz con algún tipo de salsa, me lo metí en la boca y resultó ser champiñones. No soporto los champiñones, no sabía que hacer porque me producen náuseas, opté por tragármelo entero y que me vinieran arcadas. Como no encontraba el ascensor, corrí escaleras abajo (además eran escaleras de caracol y con 262 peldaños) y si no llega a ser por el guardia que abrió la puerta, hubiese vomitado allí.

Francisca

Estando en San Pedro de Atacama, me caí sobre un cactus por ir caminando y mirando las estrellas. Sin duda vi las estrellas bien.

Jane

Llegando a Punta Arenas, abrí la maleta y me encuentro con bolsas de «hojas verdes picadas». Me asusté mucho al ver que no era mi maleta y que esto pudiera ser droga, ya que había como 5kg!. Al final resultó ser todo orégano…

Jane

Llegué super temprano al aeropuerto, y me entretuve tanto que cuando llegué a la puerta de embarque el avión se fue, ¡me quedé en shock!. Nos dieron el vuelo siguiente, 2 horas más tarde, y como teníamos muchos tours contratados en el país de destino, todos nos decían al llegar «¿Ustedes fueron los que perdieron el avión habiendo llegado temprano?»

Elso

Unos amigos y yo nos fuimos de viaje. Uno de ellos nos dijo, no os preocupéis, llevo carpa para todos. A la hora de dormir, ¡faltaban las varas de la carpa y no se pudo montar!

Nicolas

Mochileando con unos amigos nos perdimos en un lugar donde solo pasaba un coche cada hora o así. Se nos acabó el agua  e intentamos hacer autostop. De repente se paró una familia que iba de pesca en una pick-up (parte trasera descubierta). Nos metimos como pudimos en la parte de atrás de la pick-up y se puso a llover de forma torrencial. El conductor de la camioneta nos dio 3 cervezas de su nevera y la señora de él nos dio galletas. Íbamos muerto de frío, empapados, lloviéndonos, pero fue la mejor cerveza de mi vida por la lluvia, el paisaje y los amigos.

Alejandro

Me perdí en el cerro Andino de Punta Arenas y me rescató una camioneta de una compañía de telefonía. El conductor me dijo: «apuesto a que eres de Santiago» a lo que afirmé, y me pregunta «y ya que estamos ¿de qué compañía de telefonía eres?»

Lucas

En el año 2002 (yo tenía 10 años) estaba en el aeropuerto de Miami y olvidé mi mochila en un asiento. Debido a la paranoia post 11/9 armaron todo un operativo para revisar que mi mochila no tuviera explosivos. Finalmente solo encontraron un par de juguetes y nos miraron muy mal jajajaja.

Luis

Una vez andábamos con un amigo en un parque en Temuco. Ya habíamos caminado 2 días sin ver a nadie… Comenzó a nevar y nuestras carpas eran de camping jaja Llegamos a un refugio y la nieve la había cubierto. Habíamos perdido las esperanzas cuando nos fijamos en un letrero raro que decía: «Cervezas, confites y pan calentito». Seguimos la ruta indicada por el cartel y llegamos a una casa en medio de la nada. Mi amigo decía que no le daba buena espina y al abrir la puerta, salió un gato negro… En fin pasamos la noche ahí, sin tocar nada y bebiendo, aquí os dejo una foto con el gato.

Rodrigo

Subiendo la pirámide mayor de Tenochtitlán seguía en fila india a turistas europeos y una pedorra terrible de uno de los turistas. Parecía que aumentaba por cada escalón. Fue un martirio llegar a la cúpula.

Elmundoesmejorcontigo

En nuestro primer gran viaje a NYC nos quedamos a dormir a casa de unos neoyorquinos (airbnb) y nos dijeron que desde la azotea había unas vistas impresionantes del skyline de la cuidad.

Uno de los días, cuando llegamos al apartamento después de recorrer la ciudad pensamos como broche de oro a ese día subir a cenar a la azotea. Al llegar arriba había una puerta de salida de emergencia y pensamos que podríamos salir por allí. Pues bien, cuando la empujamos para salir empezó a sonar una alarma increíble que reventaba los oídos y no paraba. Jhon y yo acojonados.

Además no salía ningún vecino a ayudarnos, los dueños no contestaban al teléfono y a los 30 minutos a esa alarma escuchamos que se le suman la de los bomberos y al policía. ¡La que liamos! Nosotros pensábamos que nos íbamos arrestados. Cuando vieron nuestras caras de situación lo entendieron todo.

Qué vergüenza pasamos. ¡¡Parecía que estábamos en una peli!! Resulta que a la azotea se subía por la ventana del cuarto que daba a una de esas famosas escaleras de hierro.

Rakelabril

En un viaje que hicimos a la Cerdeña, llevábamos el coche. Ese día fuimos a visitar el pueblecito de Alghero y pasamos el día allí. Pues bien, a la hora de volver al hotel que estaba en otro pueblo fuimos a coger el coche y no arrancaba. Se había quedado sin batería y lo teníamos aparcado entre dos coches encajonado que casi no había espacio para moverlo. Yo dentro con el volante y mi pareja empujando hasta que lo sacamos y ya en una recta lo pudimos arrancar. Madre mía qué fatiga que pasamos!! Jajaja.

Viajaconlibertad

Hace un par de meses en Hong Kong con mi pareja Jonás. Íbamos por el centro y vemos a una señora china muy anciana y delgadita empujando una especie de carro gigante en el que llevaba un millón de trastos.

La pobre mujer era un suspiro, además tenía la columna doblada y camina mirando hacia el suelo… Total, que nos dio mucha pena cuando vimos que fue a intentar subir con el carro a un bordillo y no podía. Jonás no se lo pensó dos veces y fue a ayudarla. Pero calculó mal y al ir a empujarle el carro, varios de los trastos que tenía en él se resbalaron por un lado. Entonces Jonás fue a colocar los trastos empujándolos y lo hizo con más fuerza de la cuenta… y acabó arrastrando hacia atrás el carro y a la mujer con él…

La señora, en lugar de soltarse, siguió agarrada al carro y cuando vio que se iba hacia atrás, empezó a dar gritos como loca. Nos dimos cuenta rápido y Jonás paró, pero ella se ve que se enfadó un montón ante nuestra torpeza y siguió dando gritos como loca. La calle llena de gente ¡y todo el mundo se paraba a mirar! La señora allí insultándonos en chino y Jonás y yo con cara de circunstancias jajaja.

Nosotros y el mundo

La última fue en un crucero… Ahora me río porque pienso nunca maisss un crucero (no sólo porque me agobie en él sino porque no me pasa más ésto). La historia es en plan Titanic pero nosotros de clase baja ( ¡¡los ricos acabaron peor!!).

A mitad de la noche (los que digan que un crucero no se mueve… me río) algo me despierta y veo la habitación un poco doblada. Al cabo de unos segundos Rubén se despierta y empieza a inclinarse más y más. Salí de la cama cogiendo los vasos de agua para que no cayeran encima de los móviles y ordenador , y de la misma inclinación salí disparada hacia el escritorio.

Después de eso (y con los vasos en las manos) , y subiendo una cuesta conseguí llegar al baño para tirar los vasos de agua y empezó a inclinarse cada vez más. Todo se cayó y llamé a recepción.  ¡Me dijeron que tuviéramos los chalecos en las manos!. Con los chalecos en las manos e inclinados estuvimos 7 minutos hasta que poco a poco volvió a su posición normal. La chica explicó que pasamos un ciclón . Al día siguiente todos los cristales rotos, ascensores inundados y alguna persona que otra con brechas y luxaciones … ¡¡TITANIC TOTAL!!

Volandodesdesantander

Una amiga y yo fuimos de viaje al Algarve en Junio una semana. Otra amiga nos había dicho «¿Ahí vais?  Está lleno de locos y hay asesinatos».

Era primera quincena de Junio y no había ni un alma. Nosotras nos quedabamos en Albufeira que era el único sitio con ambiente, pero no se sabía si estabas en Portugal o en Alemania o Inglaterra. (Fíjate que mi amiga le dijo al recepcionista, «¿aquí no hay portugueses?» A lo que este le contestó: «Yo estoy casado pero te puedo buscar alguno o algún brasileño».

El primer día de excursión fuimos a un pueblo llamado Castro Marim. Aparcamos y solas por el pueblo llegamos al castillo que estaba en un alto y de repente apareció un chico con cara de loco (o bueno que no estaba muy bien el pobre). Le saludamos, pero y no nos dijo ni mu. Nos fuimos porque nos dió cosa.

Bajamos a la plaza de la iglesa a hacernos fotos y cuando cuando voy a coger la guía para mirar el mapa de carreteras digo «LA GUIAAAA». No estaba. Mirando las fotos vi que la apoyé donde estaba la iglesia para hacernos las fotos.
Decidimos volver a por ella con algo de mal rollo, ya que ese pueblo estaba desierto. Como era el primer día, la guía nos hacia falta para el resto del viaje. Camino a la iglesia me dice mi amiga: «¿Mira que si ahora ha cogido la guía el loco?».

Fuimos  cada una por cada lado de la iglesia, y cuando llegamos a la plaza ¡EL LOCO ESTABA LEYENDO LA GUÍA!. A mi me entró miedo, y mi amiga dijo: «Pues yo voy y se la pido». El nos miraba fijamente, osea que muy normal no era porque podía habernos saludado y a ver dicho: «¿esta guía no será vuestra?»

Yo me acojone acordándome de lo que dijo mi otra amiga acerca de los asesinatos y dije:»¿Y si le pides la guia te coge de los pelos, yo q hago?». Total, nos fuimos corriendo y con la guía se quedo el loco.

Y a ti viajero, ¿te ha ocurrido algo similar cuando has viajabas?. Si es así puedes dejarnos en los comentarios tu anécdota.

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